La historia de "Ike y Vlad" surgió a raíz de una tarea con la maestra Laura Solórzano, para la clase de Redacción. Era un cuento de fantasía con una extención de dos cuartillas, que trataba de un niño que vivía con un enano y jugaba todo el día con su perro gigante que al final se desvanecía, cuando en la noche el niño se reencontraba con su padre.
La relación del niño con su padre está basada en la historia de Lloyd, un personaje del videojuego "Tales of Phantasia". El padre de Lloyd se ve forzado a matar a su esposa y se va de su casa para redimirse, dejando a Lloyd al cuidado de un enano herrero.
La historia comenzó como una cuestión ¿Qué es lo que le pasa a los hijos de los héroes cuando parten hacia sus legendarias aventuras? En su primer tratamiento, el niño suplía la ausencia de su padre con la creación de un perro gigante, donde sólo este elemento formaba parte de la fantasía que generaba el niño.
Evidentemente, en el segundo tratamiento de la historia, los personajes tienen nombres, personalidades y funciones diferentes a las del cuento. Naturalmente, eso ha conllevado a que la historia tenga otro sentido, pues la trama se ha enriquecido a partir de los conocimientos adquiridos cuatrimestre a cuatrimestre.
En el segundo y último tratamiento, la historia se sitúa en un departamento de clase media, en el que un padre soltero tiene que dejar solo en casa a su pequeño hijo para salir a laborar en arduas jornadas de trabajo. El niño tiene un perro que funge como guardián de la casa, además de ser su mejor amigo. Para suplir la ausencia del padre, el niño recrea totalmente su universo, generando una abstracción en la que se complementan sus carencias sociales y familiares.
Anterior diseño de personajes:
Niño y Noishe
Enano
Papá
Mamá
